[Privado] De parranda por NY

Luego de empujar las puertas de la ONU salió hacia afuera motivado por buscar un buen lugar para divertirse.

Las calles estadounidenses siempre le llamaban la atención porque vamos, tantas regiones a la vista...Aunque claro que si debía elegir, prefería observar los territorios del hermano menor de Alfred.
Por unos momentos una imagen de Rusia suplicando y vistiendo sólo su bufanda le vino a la mente.

- Algún día, bastardo. Algún día. - murmuró entre risas por lo bajo - ¿Ey, a dónde vamos? - preguntó volteando hacia sus compañías.

El inglés se encontraba caminando por detrás suyo y con los brazos cruzados, como de costumbre. Avanzaba al mismo paso que el estúp- español. En verdad, ir de parranda no le parecía mala idea. Además, debía admitirlo... ser así de esquivo y permanecer en casa todo el tiempo, no era del todo divertido.

Suspiró y sonrío amistosamente hacia el otro- Da igual a dónde, baka. Estamos en Nueva York todo aqui es genial.

Tch. Quiero decir... es... a-argh. B-bueno, no es que le gustara Estados Unidos o algo así, pero era divertido andar por esas calles.

Seguía el paso de todos, iba a un costado del peli-blanco-plateado. Con una sonrisa en rostro y admirando cada rincón iluminado de la ciudad, escuchaba todo lo que decían los demás, riendo en tono de burla por el comentario obvio que hizo el tonto inglés.

Con una mano en el bolsillo de su pullover, miró de reojo a Gilbert para luego contestar -¿Que tal algun bar de por aqui cerca..? - mientras meneaba la cabeza, buscando algun sitio -...sería bueno comer- luego contestó bajito.

Escuchó las palabras del británico y sonrió divertidamente con malicia.

- Veamos, un bar...bebidas, comida y regiones expuestas. - se dijo, recordando lo que debía buscar.

Miraba a sus alrededores y la cantida de locales variados que había lo distraían bastante y le impedía decidirse por uno.
Su vista se centró en un restaurant chino a varios metros de allí y no pudo evitar pensar que realmente los chinos estaban por todas partes.

- Ey, ¿qué tal ese? - dijo apuntando un resto-bar que tenía una fachada con cactus.

En las puertas había una linda chica vestida de vaquera entregando publicidad en la calle; y no que estuviera fea, pero tuvo un pequeño tic al ver que tenía rasgos y altura demasiado rusos. Sumado al que el lugar tenía si mal no estaba un nombre que parecía en español, pero adentro había una bandera (mexicana xDU) que no era ni la de España ni la de Estados Unidos...

- Yo sigo pensando que Alfred es bastante confuso. - dejo escapar en un suspiro.

Se detuvo a ciertos pasos de los demás ya que vio una tienda muy peculiar; 'tomatoes store (?)'. Su instinto lo guió a esos lares, él sabía que no debía alejarse mucho de los demás ya que luego lo iban a regañar como siempre (dios, que dominado D: ) pero sus pies se movían sin que lo pueda controlar, era como una fuerza de atracción hacia esos tomates y salsas de tomates y derivados.

-T-tomates- masculló entre dientes mientras entraba a la tienda, saludaba muy amable a las personas y ya comenzaba a cargar los tomates en la bolsa como para comprarlos y llevar.
-¡Uhu! Estos se ven muy deliciosos- véase a Antonio eligiendo tomates, y luego caminó hacia las salsas (claro, era tipo un restorant (?) ) -¿Me daría un poco de eso?- sonrió al chico que servia las salsas, él miró raro al español y no tuvo opcion de darle un poco de salsa... más bien, unos litros de salsa.
-Esto sera suficiente- se dijo para sí mientras que salía de la tienda, buscaba a los demás de reojo y los encontró frente a un resto-bar mexicano. Al ver las luces, las banderas, los sombreros, los cactus (?) y lo demás, España de inmediato se dio cuenta de que estaban en territorio (bueno, en casa (?) ) de uno de sus hijos, esto hizo que se ponga un poco melancólico pero luego se autocontroló.

-¿Qué estamos esperando para entrar?- empujando a casi todos por la entrada, cuando escuchó el último comentario del prusiano. Rió por lo bajo y agregó un comentario -Todos pensamos lo mismo- mientras mira con cara diablolica (?) a Arthur.

... ¿R-regiones expuestas?...

Seguía con los ojos todo tipo de carteles. Todos eran llamativos, relucientes y exageradamente grandes. Todo lo contario a los de su país.
A lo largo se encontró con tiendas, casinos, bares... hasta se estremeció un poco al ver un cabaret francés en el camino. Ese bastardo...

Alzó la vista hacia el lugar que el prusiano señalaba. Le sonrío divertido, ignorando el hecho de que ahora se encontraban solo los dos- Sure- asintió. Al contemplar la fachada, supo que se trataba de comida mexicana.

-H-hey! no te vayas así sin más- dijo al ver que Antonio se aproximaba nuevamente. Pero al escuchar su indeseable comentario, no pudo evitar fruncir el ceño, algo avergonzado, y volteó para que no notora el rubor en su rostro.

Al escuchar la afirmativa de Arthur luego su vista pasó a los tomates que traía España.

- ¿Eh, de dónde...? - pero decidió que prefería perder su atención en recorrer el interior del local mientras se dejaba empujar por el español; ignorando las malos ojos que se echaban entre ellos sus acompañantes.

Estaba demasiado concentrado en el colorido y rustico decorado y los uniformes de los empleados; algunos vestidos como vaqueros estadounidenses otros como pistoleros mexicanos. ¿Y eso era un tipo dentro de un dizfras de comida (taco xD)?

Su atención luego pasó a una de las mesas del lugar, donde había unas personas comiendo pizza y algo que parecía sopa y tomándo tanto vino como cerveza y gaseosa.

- Creo que está bien aquí, hay variedad. - habló buscando con la mirada una mesa vacia.

Arqueó una ceja, y puso una supuesta cara de (oxô) al inglés cuando le había reprochado por decir que no se fuera asi sin más, pero él hacía lo que quería (uy, el español jodido y rebelde (?) ), no le importó y luego siguió sonriendo, con la típica sonrisa suya.

Mientras iba caminando fijó su mirada de nuevo a una mesa que tenía una especie de pizza con tomates cubiertos, y un jugo que era color rojo; obviamente de tomate (?). Y se puso muy feliz al ver que su hijo méxico cosecha tan bien los tomates que son la delicia de su padre.
-¡A mí me gusta!- admiró , luego fue a sentarse en la mesa que había mirado el prusiano, pero que todavía no se habia sentado -¡Hey.. venid pues!- los llamó con la mano, muy contento de encontrar lugar y ya sentarse para luego pedir y beber, beber y beber.

(Aguante el espíritu español , caraj*! xD )

Se aproximó hacia la mesa en donde los otros se encontraban. Ya sentado, sus ojos se clavaron en la carta de tragos que se encontraba sobre esta.

-Creo que unas copas no me vendrían mal, let's see...- dijo mientras repasaba con la vista los distintos tragos que había- Ehh~ hace mucho que no pruebo un Cosmopolitan, pero... el Buck's Fizz también es tentador... Ah-! ah-! tienen Mai-tai~

Soltó un leve suspiro, aún indeciso. Bloody shit... si por él fuera, se pediría toda la carta. Subió la vista hacia su compañia- ...¿qué pediran ustedes?

Luego de sentarse, mientras pensaba en que si todo los hijos de España serían adictos a los tomates, tomó la cartilla. Al igual que UK el estaba indeciso sobre lo que pediría.

- Cerveza y algo más... - respondió mirando hacia los lados, en busca de inspiración.

Observó un plato cercano y luego volvió a reparar en el tipo vestido de comida. Su ceño se frunció un poco y pasó su vista a España.

- Antonio, ¿sabes qué es eso? Quiero probarlo.

(arg, carajo!!!!!! perdón, perdón T____________TUUUUUUUUUUUU *apuñala a la U y a ella misma por no poner el tema como supervisado*)